Los aguacates son árboles de hoja perenne; el inicio de la fructificación no se produce antes de los 4 ó 7 años.
La mayoría de los aguacates se pueden agrupar bajo una sola especie: Persea americana Mill. El aguacate es un árbol extremadamente vigoroso que puede alcanzar hasta los 30 m de altura. Su sistema radicular es relativamente superficial, careciendo de pelos radiculares visibles, pero posee en condiciones normales muchísimas ramificaciones secundarias. La madera del tallo es medianamente dura y rugosa, no muy resistente a vientos de gran intensidad.
Las hojas son alternas, multiformes (desde lanceoladas a ovales), de longitudes comprendidas entre 10 y 40 cm. El porte del árbol varía desde una forma erecta a formas bajas extendidas.
Las pequeñas flores de aguacate se presentan agrupadas en panículas que suelen aparecer en posición terminal o subterminal en el último crecimiento vegetativo. La floración se suele producir a finales de invierno-primavera. Las flores poseen doce estambres, un pistilo único con un solo carpelo y un solo óvulo. Presentan un cáliz de tres sépalos y una corola tripétala.
Todos los aguacates pueden ser encuadrados en dos tipos, de acuerdo con su comportamiento floral, A y B. Este comportamiento floral sólo se produce bajo condiciones de clima cálido, particularmente cuando ocurren temperaturas diurnas/nocturnas de 25ºC/15ºC, respectivamente. Los cultivares del grupo A responden mejor a condiciones de bajas temperaturas en floración que los del grupo B, que también se comporta adecuadamente en esta situación.
La polinización es efectuada por abejas y otros insectos de tamaño similar. El fruto del aguacate es una baya de una sola semilla. Los frutos de muchas variedades de aguacate pueden mantenerse en el árbol y continúan creciendo y acumulando aceite incluso varios meses después de su fecha apropiada de recolección. Los frutos varían de peso, de 100 g hasta 3 kg. También varían en su forma (desde redondos a piriformes) y en color (una gama que va desde el verde-amarillo al verde, púrpura y negro).
En cuanto a las condiciones ideales para su desarrollo se admiten las temperaturas diurnas en torno a los 15 y 20ºC. Las temperaturas por encima de 36ºC causan serios daños, sobre todo en la fecundación y el cuajado. Fuente
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